Los niños y niñas en la actualidad asumen con total normalidad la presencia de las tecnologías en sus vidas. Conviven con ellas sin dificultad alguna, ya que cada vez están más presentes.

Tenemos que ser abiertos y flexibles a los avances que se producen en la sociedad para introducirlos y adaptarlos a las necesidades de los más pequeños/as ofreciendo una educación innovadora y motivadora.

Cada vez es más común que los centros de educación infantil integren las TIC (tecnologías de información y comunicación) en las aulas: ordenadores, pizarras digitales, proyectores… son un pilar fundamental para la nueva educación sobre todo como apoyo y complemento del aprendizaje ayudando tanto  a la formación de los pequeños/as como la de los docentes.

A través de ellas podemos crear autonomía en el niño/a, mejorar la destreza motriz, facilitar la comprensión de conceptos, estimular nuevos aprendizajes y motivar la comunicación. Las TIC son un instrumento que potencian, favorecen y desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje. No debemos tenerles miedo, si no comprender que son nuevas herramientas para la adquisición de conocimiento. Por ello, nuestra labor como adultos es enseñarles a utilizarlas correctamente sin un uso masivo. Aunque tenemos la otra cara de la moneda, la formación del adulto, porque no podremos educar con las TIC sin saberlas emplear nosotros mismos.