En el Día Internacional de la Mujer, desde el Grupo Verge queremos mostrar nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres, de hacer todo lo posible para ser promotores de valores igualitarios, mediante la educación y el ejemplo.

Este día es sin duda un momento idóneo para la reflexión, para pararnos a pensar en los avances que se han logrado en materia de igualdad, muchas veces de una forma más lenta de lo que nos gustaría, y en todo lo que nos queda por hacer.

También es un día para alegrarnos de las cosas positivas que con tanto esfuerzo se han conseguido. En la actualidad las chicas tienen las mismas oportunidades de estudiar y de realizar una carrera profesional que los chicos, ya no deben renunciar a sus puestos de trabajo para dedicarse al cuidado de los menores y a las tareas del hogar, y la sociedad cada vez está más sensibilizada con la lucha contra la violencia de género.

La mayoría de los países de la Unión Europea ya redactan leyes y reglamentos para combatir las diferentes discriminaciones que aún a día de hoy sufren las mujeres en diferentes ámbitos y que no se pueden permitir.

Sin embargo, es motivo de tristeza pensar en las grandes desigualdades que todavía hoy existen entre mujeres y hombres en todos los aspectos de la vida y que tan poco han cambiado en los últimos años. A pesar de obtener mejores calificaciones que los hombres jóvenes, las mujeres todavía tienen menores posibilidades para acceder a puestos de trabajo de mayor responsabilidad. Aún a día de hoy, las mujeres continúan ocupando la mayoría de puestos de trabajo a tiempo parcial, lejos de ocupar altos cargos y cobrando una remuneración más baja en comparación a sus compañeros, por un esfuerzo igual o superior.

No podemos seguir así, es necesario un cambio, una toma de conciencia de las condiciones, los estereotipos y las creencias culturales que impregnan nuestras vidas y nos diferencian. Es nuestro deber fomentar la igualdad de oportunidades, empezando por cambiar la mentalidad de las personas, y para ello, contamos con una potente herramienta: la educación.

Es inconcebible pensar que podemos caminar hacia una sociedad más moderna y tolerante si no avanzamos en la lucha contra la discriminación que sufren las niñas y las mujeres en nuestra sociedad. Esta importante labor no es solo por las mujeres, sino por toda la sociedad, porque gracias a una mayor igualdad será mayor el desarrollo y la prosperidad del conjunto social.

No podemos esperar a que llegue el año 2095 para conseguir un mundo más igualitario y en el que merezca la pena vivir y ser mujer. Desde el Grupo Verge seguiremos apostando por la igualdad, para que paso a paso, o a zancadas, sigamos avanzando en nuestro cometido. Días como hoy, este 8 de marzo, son grandes impulsos hacia una meta muy clara: la igualdad.