La educación vial es cosa de todos/as

Día a día caminamos en la calle, nos subimos en el coche con papá o mamá, cruzamos la carretera para ir al parque, nos paramos si vemos el semáforo rojo, etc. constantemente estamos expuestos a elementos caracterizados con la educación vial: a las señales, prohibiciones, alertas, signos y normas. Por ello, de manera inconsciente les enseñamos a no cruzar sin cogerse de la mano, a no correr por la calle, a respetar las señales y muchas cosas más. Entonces, ¿es importante la educación vial en estas edades?

Como nos indican datos de UNICEF recogidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), el 21% de los fallecidos en accidente son niños/as y el 33% fallecen en el atropello. Son datos muy elevados, por lo que desde el centro de educación infantil Virgen de Cortes damos mucha importancia a la Educación vial en todo nuestro alumnado  sosteniéndola tal cual la define  Raquel Esther Navas, asesora de la DGT: “se debe de entender desde el concepto de educación en valores, desde la adquisición de hábitos y comportamientos adecuados en relación con el uso de las vías como peatones, pasajeros, o futuros conductores. Valores como el respeto, la responsabilidad, o el compartir un espacio, están inherentes en su definición”.

 

Esta labor compete fundamentalmente en las personas que  comparten el día a día con el niño/a: papá, mamá, abuelos/as, tíos/as e incluso a la misma escuela, somos el ejemplo que ellos siguen, todas nuestras actitudes por mínimas que sean son observadas por ellos/as y por tanto influyen en su aprendizaje personal y  como ciudadano/a.

 

En algunas ocasiones puede ser que los adultos nos veamos tentados a contestar un mensaje conduciendo, a no ponernos el cinturón en el coche porque nuestro destino está al girar la esquina, a cruzar en rojo porque en ese momento no pasan coches y tenemos prisa…. Pero, ¿nos hemos parado a pensar que esas actitudes son observadas y por tanto aprendidas? No es solo una cuestión de la multa o reprimenda, si no, de seguridad para nosotros, nuestros hijos/as y para el resto de ciudadanos.