La asamblea es una rutina muy importante en la etapa de educación infantil, en la que al inicio de cada mañana los niños y niñas se sientan en la alfombra para comenzar la jornada escolar. En ella se trabajan la gran mayor parte de contenidos, así como se fomenta la comunicación, la expresión, el respeto, la imaginación… En ella los niños se reúnen para seguir una serie de rutinas como son: pasar lista, cantar la canción de “bon día”, cantar los días de la semana e intentar identificar en qué día estamos, mirar qué tiempo hace, identificar la estación en la que nos encontramos, repasar los colores, los números, las formas geométricas… En la asamblea también aprendemos vocabulario con la ayuda de bits de inteligencia, recordamos normas, dejamos que los niños y niñas se expresen y cuenten todo lo que deseen, escuchan cuentos, se resuelven conflictos, observan y manipulan objetos para motivarlos en el inicio de una unidad didáctica o un tema a trabajar… En definitiva, un sinfín de contenidos.Pero ¿cómo conseguimos que los alumnos y alumnas aprendan a desenvolverse en esta rutina? Desde que se inicia el curso, la asamblea se va ampliando con la ayuda de los niños/as, es por ello que poco a poco van añadiendo tareas a realizar en ella y en pocas semanas observamos cómo en nuestras aulas cantan las canciones enseñadas, conocen la rutina y el orden de las actividades y realizan prácticamente de manera autónoma la asamblea. Podemos ver una gran evolución en nuestros pequeños y pequeñas: han pasado de no sentarse en la alfombra a permanecer sentados en ella haciendo de esta rutina una de las más divertidas y deseadas por ellos.